La gira "Sticky & Sweet" de Madonna dejara caer su montaje sobre Santiago el 10 y 11 de diciembre. y no solo el gran ecenario que abra que leventar para esos dias es lo mas llamativo,dentro de alguna de las exigencias de la diva estan.
El camarín de Madonna debe prescindir totalmente de aire acondicionado, para evitar los cambios de temperatura. Tampoco debe haber luces fluorescentes, para prevenir una posible emanación de gases tóxicos. El aroma también es un tema: debe ser suave. Y el suelo donde pisa: tiene que estar alfombrado.
Eso es sólo el comienzo, porque además la autora de "Like a virgin" pide un baño de grandes proporciones, máscaras de respiración y botellas de oxígeno. ¿Algo para beber? Agua mineral, pero sólo en botellas de vidrio. ¿Y para comer? Kosher, hecho a la manera de la religión judía. Y todo esto no va a ser muy usado, ya que el salón es sólo para algunos momentos.
Para su comitiva se preparan 10 salas, dos de ellas para bailarines y el resto para la banda. Su equipo más personal incluye personal trainer, masajista y chef, entre otros.
Se exige también un gimnasio para hacer yoga, un salón de maquillaje con 300 toallas y jabones, un comedor y 400 kilos de hielo. Que a nadie se le ocurra fumar y tampoco hay extintores.
Es cosa seria tener a Madonna. La grandiosidad también se ha manifestado en las ventas, ya que el primer concierto está totalmente agotado. Para el segundo aún quedan unos pocos miles de boletos, que se adquieren a través del sistema Ticketmaster.
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